El Cabildo de Gran Canaria reconoció ayer con el galardón Gran Canaria Mosaico a la Asociación Almendra de Gran Canaria, que aglutina a buena parte de los productores tradicionales de almendra de la isla, por la labor de esta actividad como cortafuegos productivos y su contribución a la creación de una paisaje mosaico resistente a los grandes incendios forestales, informa el gabinete de comunicación insular.
El consejero de Medio Ambiente, Raúl García Brink, acompañado de los alcaldes de Tejeda y Valsequillo, Francisco Perera y Francisco Atta respectivamente, entregó el reconocimiento a Julián Santana Suárez, presidente de la asociación, como representante de un oficio « que aporta un servicio ambiental necesario en Gran Canaria desde tiempo inmemorial y contribuye a que la Isla se mantenga adaptada y preparada ante los grandes incendios forestales», y recordó que los productos locales «vienen de campos de cultivos, zonas agroforestales o pastos, que son magníficos cortafuegos productivos», estimó.
Considerada parcialmente sostenible, la producción tradicional de la almendra se ha mantenido en el tiempo, aunque no con el esplendor que poseía el sector a mediados del antaño. El cultivo del almendro ha significado para la economía agraria isleña, durante un largo período histórico, «un importante recurso económico, paisajístico y cultural, y contribuía a la economía rural en gran parte de la isla», se explica desde el Cabildo. Los precios bajaron, el turismo atrajo a los trabajadores del campo y se fue abandonado el manejo y aprovechamiento del almendro.
-Sin embargo, hoy en día las distintas zonas almendreras de Gran Canaria constituyen un paisaje mosaico en sí mismas que ocupa más de 3.000 hectáreas, con una gran fragmentación y heterogeneidad paisajística, «ejemplo perfecto de convivencia entre especies con dehesas de almendros entremezclados con retamas amarillas, escobones y tabaibas en formaciones abiertas». Los almedreros ‘del país’, o variedades adaptadas a Gran Canaria, cuentan con centenares de ejemplares centenarios con diferentes tipos de almendra, que se da fundamentalmente en siete municipios de medianías y cumbres con un fuerte arraigo de este cultivo en el territorio.
El galardón Gran Canaria Mosaico es «un reconocimiento que hace el Cabildo a quienes con su labor cotidiana contribuyen a la creación de un paisaje resistente a los grandes incendios forestales. Habitantes de zonas rurales que mantienen actividades agrícolas, ganaderas, y forestales, pero también la restauración o el pequeño comercio de la isla que trabaja con el producto local». Así, a lo largo del año el Cabildo reconoce a una persona o entidad que represente a cada una de las piezas clave de ese conjunto paisajístico y medioambiental preparado ante los incendios forestales que supone el paisaje mosaico.
Gran Canaria Mosaico promueve, entre otras acciones de prevención de incendios forestales como el pago por servicios ambientales a pastores; la recuperación de un paisaje mosaico diverso, vivo y con menor riesgo basado en la convivencia de los espacios naturales con las actividades agrícolas, ganaderas y forestales; y la adaptación de la sociedad para convivir con el fuego.Un paisaje mosaico es aquel donde conviven diferentes tipos de bosques y naturaleza con sembrados o pastos y donde cada una de estas piezas pone obstáculos al fuego, que se propaga más lento y hace posible sofocarlo, describen desde el Cabildo.