El Real Madrid venía avisado, tanto por los dos precedentes con derrota del curso como por el potencial inabarcable de este Olympiacos. Pero no hay advertencia útil cuando un ciclón se dispone a arrollarte. Y eso es lo que le pasó al cuadro de Chus Mateo en el primer ’round’ del playoff de la Euroliga (84-72). El líder de la fase regular le desbordó de principio a fin, poniendo cuesta arriba una serie que tendrá su segundo episodio este viernes, de nuevo en El Pireo.
OLY
84
72

RMD
Alignments
(27+20+17+20): Williams-Goss (5), Fournier (13), Papanikolau (4), Vezenkov (23), Fall (5) -Itical team-, Larentzakis (-), McKissic (6), Peters (10), Milutinov (11), Lee (2), Walkup (3), Vildaza (2). |
(14+15+22+21): CAMPAZZO (7), Deck (2), Musa (11), Garuba (-), Tavares (7), -Cinco, Llull (16), Hezonja (13), Rathan-Mayes (-), ABALDE (3), Happy (8), Bruno Fernando (-) and Ibaka (5). |
No ofreció ninguna señal para el optimismo blanco el duelo inaugural de los cuartos de final, desquiciado su entrenador con dos técnicas en apenas medio partido, con un catálogo de pérdidas escandaloso y, sobre todo, una continua sensación de inferioridad que solo supo maquillar en último cuarto ya de cara a la galería. Pero como esto va de cinco partidos, no de una, el Real Madrid haría bien en olvidarse pronto de lo ocurrido este miércoles.
-Arranque colosal de los griegos
El primer cuarto fue una tortura insoportable para un Real Madrid sin ideas en ataque y extremadamente frágil en defensa. Cada canasta de Olympiacos parecía más sencilla que la anterior, cada pérdida de los blancos (siete en total en ese parcial) resultaba menos sorprendente que la anterior. Fue una masacre que los griegos construyeron desde una defensa agresiva e intensa y que culminaron con un acierto anotador mayúsculo.
La segunda personal de Tavares a los cinco minutos de partido y la técnica a Chus Mateo por las protestas evidenciaron la frustración de un Madrid en el que solo Hezonja esquivaba la tiritona general. Demasiado poco ante un Fournier endemoniado y un Vezenkov letal. 27 puntos fueron la factura a pagar por el Madrid al final de ese primer cuarto de pesadilla (27-14).
Venía el Madrid de sepultar al Bayern en el play-in con siete triples en el primer cuarto y ante Olympiacos le costó 15 minutos meter el primero, por medio de Ibaka. Fue el hispano-congoleño en que se puso al frente de la hercúlea misión de detener la sangría, añadiendo energía y acierto en los dos aros, pero no era suficiente para contener a los griegos. Al contrario, en cuanto regresaron a la cancha Fournier y Vezenkov, la diferencia en el marcador volvió a crecer hasta situarse en un escandaloso 47-29 al descanso.
Chus Mateo, expulsado
El parte estadístico del Madrid en el intermedio era un drama: 13 pérdidas, siete rebotes ofensivos concedidos, 16 lanzamientos menos a canasta que su rival… Pero todavía podía ser todo peor. En los 45 primeros segundos del tercer cuarto, Campazzo hizo una falta en ataque, Tavares cometió pasos y Chus Mateo se fue al vestuario tras su segunda técnica por protestar.

Chus Mateo saw two techniques at Olympiacos-Real Madrid. / PETE ANDREOU / EFE
Un parcial de 7-0 al final del tercer cuarto (64-51), fruto de un buen trabajo defensivo bajo el aro, permitió a los blancos ilusionarse con la remontada imposible. Trató el Real Madrid en un par de ocasiones de rebajar la diferencia hasta la barrera de los 10 puntos, pero ni eso, pese al esfuerzo de Llull, lograron los blancos en un parcial final ya de fogueo, con el Olympiacos controlando en todo momento la situación. El viernes, más. Y, con algo de suerte, mejor para el Madrid. No será difícil.