De todo lo que se había debatido esta semana en el juicio por el asesinato machista de Escatrón se ha hablado largo y tendido este jueves en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Que si Ezequiel confesó el crimen, que si mató a su exmujer (Mari) en pleno delirio celotípico, que si sencillamente lo hizo por “malo”... Son las claves de un caso de violencia de género sobre el que, más allá de estas cuestiones jurídicas, se ha pronunciado con contundencia el fiscal después de que la víctima se atreviera a denunciar a Ezequiel tras una vida truncada por el machismo, aunque ni una condena ni una orden de alejamiento fueron luegos suficientes para que su exmarido cumpliera la amenaza de escacharle la cabeza. “Me duele que el sistema no haya funcionado”, ha afirmado el fiscal en su informe dirigido a los miembros del jurado.
A ellos también se ha dirigido el defensor de Ezequiel, el abogado Francisco García Berenguer, de la modificación de sus conclusiones. Si al comienzo del plenario solicitaba su absolución por la eximente completa de trastorno mental, hoy ha matizado que ese delirio celotípico no le anuló por completo sino que le afectó gravemente, de ahí que haya defendido la eximente incompleta con una condena de tres años, siete meses y 15 días de prisión. Alternativamente también le ha planteado al jurado una merma leve, una atenuante de trastorno mental y una condena de siete años y seis meses de prisión.
“No les he dicho nada que no puedan ver con sus ojos. Se les ha puesto en una situación difícil y es en esos matices donde está la dificultad del jurista”, ha afirmado García Berenguer, el último en comparecer ante el jurado después de que le hayan precedido el fiscal, la acusación particular a cargo de la abogada Pilar Azcón y la acusación popular ejercida por José Luis Gay en representación de la Comunidad Autónoma. Porque todos ellos han planteado una forma diferente de ver esas atenuantes y esas agravantes, aunque sí han coincidido en que fue un asesinato alevoso.
Entre estas circunstancias, por ejemplo, se ha hablado de la confesión. “Me ha tocado bailar con la más fea porque la Ley me restringe y me obliga a aceptar una circunstancia favorable al reo”, ha señalado el fiscal. “Todos los pasos posteriores iban a evitar que fuera descubierto: limpia el arma, él mismo se asea, tira toda la ropa… Y esto casa muy mal con que su ánimo fuera ir al cuartel de la Guardia Civil y entregarse”, ha contrapuesto Azcón.
Está previsto que el próximo lunes a las 11.00 horas se entregue el objeto del veredicto a los miembros del jurado -ocho hombres y una mujer-, presidido por la magistrada Natividad Rapún.